Uno de los propósitos que tengo para este año es aprender a hacer pan. Me encantan las masas y me gustaría mucho aprender a hacer masa madre y a preparar panes más elaborados de los que hago ahora. Hasta ahora el pan que más hago es este pan integral de espelta.
La espelta es un cereal de la familia del trigo. En los últimos años se ha incluido la espelta en los llamados «superalimentos» atribuyendole así numerosas propiedades. A mi la moda de atribuirle tantísimas propiedades milagrosas a ciertos alimentos no me termina de convencer. Pienso que muchas de esas propiedades las tienen los alimentos más «nuestros», pero a la industria alimentaria le interesa que de vez en cuando se ponga de moda un alimento en concreto para así inflar los precios. Es mi opinión. Quizás equivocada, pero es lo que creo. En mi caso utilizo la espelta porque me gusta su sabor, ni más ni menos.
Y ahora volvamos al pan. Este es un pan fácil, muy fácil. No requiere de procesos complicados y esta muy rico.
RECETA DE PAN DE ESPELTA INTEGRAL
INGREDIENTES:
- 600 gr de harina integral de espelta
- 3 gr de levadura seca de panadería ( o 10 gr de levadura fresca de panadería)
- 350 gr de agua tibia
- 1 cucharadita de sal
ELABORACIÓN:
-En un bol amplio ponemos la harina junto con la sal.
-En otro bol ponemos el agua tibia y le añadimos la levadura. Mezclamos bien con un tenedor y dejamos reposar unos minutos. Cuando hayan salido burbujas en la superficie vertemos la mezcla sobre la harina.
-Si tenemos amasadora, amasaremos durante unos 10 minutos. Si no disponemos de ella, mezclaremos bien la masa con una espátula hasta que el agua esté bien integrada y pasamos la masa a una superficie limpia. Amasaremos hasta obtener una masa lisa y elástica.
-Podemos amasar directamente durante unos 10 minutos aproximadamente, o bien hacer amasados cortos de 1 o 2 minutos y dejar reposar la masa 5 minutos. Esto hará que la masa se «autoamase» y nos sea menos pesado este proceso.
-Una vez tengamos la masa lisa y homogénea hacemos una bola con ella y la pasamos a un bol ligeramente engrasado. Tapamos con un paño limpio y seco y dejamos fermentar la masa durante aproximadamente una hora o hasta que doble su volumen. Yo, ahora en invierno, meto el bol en el horno (apagado) para que fermente porque mi cocina es fría y sino la masa no se activa.
-Pasado este tiempo pasamos la masa a la superficie de trabajo y la desgasamos amasando ligeramente. Le daremos la forma que queramos. Yo en este caso he hecho una hogaza pero también podríamos hacer una barra o incluso un pan de molde.
-Tapamos el pan con un paño limpio y lo dejamos reposar de nuevo. En este caso con 30 minutos será suficiente.
-Pasado este tiempo horneamos a 200º durante aproximadamente 30/35 minutos. Dependerá de nuestro horno. Para saber si está correctamente cocido le daremos unos golpes en la base, si suena a hueco el pan está listo.
-Lo dejamos enfriar sobre una rejilla.
-Yo lo corto en rodajas y lo congelo. Lo saco la noche antes y lo desayuno tostado con la mantequilla de cacahuete que os enseñé la semana pasada.