Galletas de limón
Me encantan los libros de cocina. Me produce cierta fascinación leerlos y releerlos. Admirar sus fotografías ( debo admitir que los libros de cocina sin fotos no me gustan), pensar en lo ricas que estará una receta u otra… Pero luego llega el momento de la verdad y ¡¡no los uso apenas!! Así que he tomado la decisión de empezar a desempolvar libros y a empezar a adaptar todas esas recetas que tengo marcadas en los libros. Como estas galletas de limón.
Estas galletas tienen un intenso sabor a limón, así que si sois fans de los sabores ácidos os van a encantar. Precisamente por ese intenso sabor yo las he preparado pequeñas, de bocado. Os puedo asegurar que están buenísimas.
Pertenecen al último libro que me han regalado: «Aliter dulcia, pasteles con historia» de Isabel Pérez. Es un libro lleno de recetas fáciles y deliciosas.
RECETA DE GALLETAS DE LIMÓN
INGREDIENTES (para una docena de tamaño pequeño:
- 75 gr de mantequilla en pomada (blandita, a temperatura ambiente)
- 25 gr de azúcar glas
- Ralladura de medio limón
- 1 cucharada sopera de zumo de limón
- 75 gr de harina
- 10 gr de Maicena
- Azúcar glas para espolvorear
ELABORACIÓN:
-Con unas varillas manuales o una batidora de varillas, batimos la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una masa homogénea.
-Sin dejar de batir añadimos la ralladura y el zumo de limón.
-Añadimos la harina y la Maicena y batimos bien para integrar. Nos podemos ayudar de una espátula para terminar de integrar bien toda la harina.
-Con las manos tomamos porciones de masa y vamos haciendo bolitas con ella. Yo las he hecho de tamaño pequeño, de bocado, pero vosotros podéis hacerlas del tamaño que más os guste. La masa es un poco pegajosa, podéis humedeceros las manos ligeramente para facilitar trabajarla.
-Disponemos las bolitas en una bandeja de horno con un papel de hornear. Al hornearse estas bolitas irán adquiriendo su forma de galleta.
-Horneamos durante 15 minutos. Las galletas no deben dorarse.
-Las sacamos a una rejilla para que se enfríen. Hay que tener cuidado porque recién sacadas del horno todavía están blandas y son frágiles. Al enfriarse endurecerán.
-Una vez que ya estén frías las espolvoreamos con azúcar glas y las guardamos en un recipiente hermético o una caja de lata.